Un bufete de abogados especializado se encarga de crear un vehículo financiero para estructurar la operación.
De forma más concreta, este vehículo es una empresa tipo SAC que actúa como el receptor del préstamo. Su objeto social es compra un departamento, alquilarlo y venderlo en representación de los inversionistas que participan en la operación.
Una vez la colecta cerrada en la plataforma se transfieren los fondos directamente desde la cuenta bancaria del fideicomiso a la cuenta bancaria del vendedor del departamento (una constructora). El vehículo no recibe directamente los fondos pero se convierte en el titular del departamento en representación de los inversionistas.
El vehículo empieza a generar un ingreso gracias al alquiler producido por el departamento en representación de los inversionistas. El alquiler se deposita directamente al fideicomiso y se reparte de forma proporcional a los inversionistas (si invertiste 1% del monto de la operación te corresponde 1% del alquiler). Dado que es un préstamo este alquiler se cobra bajo el concepto de intereses.
Al momento de la venta del departamento el dinero también se deposita directamente al fideicomiso y se reparte nuevamente de forma proporcional a los inversionistas. La plusvalía eventualmente generada también se cobra bajo el concepto de intereses por el préstamo otorgado.
Esta figura la hemos definido conjunto con Ernst & Young para optimizar la rentabilidad de la operación y facilitar su gestión